En la represalia más anunciada de los últimos años, la Fuerza Aérea israelí ataca objetivos militares en Irán. Se trata de la respuesta a los 181 misiles balísticos disparados por Irán contra Israel el pasado martes 1 de octubre.
«El régimen de Irán y sus aliados en la región han estado atacando implacablemente a Israel desde el 7 de octubre, en siete frentes, incluidos ataques directos desde suelo iraní»; ha afirmado el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, confirmando de forma oficial el ataque tras las primeras informaciones de explosiones en varias zonas de Irán: «En respuesta a meses de continuos ataques del régimen de Irán contra el Estado de Israel, en este momento el ejército está llevando a cabo ataque precisos contra objetivos militares».
El énfasis de Hagari en «objetivos militares» es importante porque se descarta, como se había especulado en las últimas semanas, un bombardeo israelí de las centrales nucleares o instalaciones energéticas de su enemigo. Gran parte de los objetivos del ataque, efectuado por decenas de cazas de combate en varias oleadas y aprobado por el gabinete de seguridad el jueves por la noche, pertenecen a la Guardia Revolucionaria.
«Se ha escuchado el ruido de fuertes explosiones procedentes de los alrededores de Teherán. El origen de estos ruidos no está todavía claro», había comunicado un presentador de la televisión estatal iraní al inicio de una larga noche en su país.
En alusión a una posible respuesta de Irán a la réplica tal y como prometieron los dirigentes de la República Islámica, Hagari también anunció que no solo las capacidades ofensivas sino también defensivas «están plenamente movilizadas».
El ataque de misiles balísticos de Irán de hace casi un mes fue en su mayoría neutralizado aunque varios misiles causaron daños materiales en bases aéreas. Teherán señaló que era la respuesta por un lado a la muerte del líder de Hamas, Ismail Haniya, el pasado 31 de julio en la capital iraní y por otro del líder de Hizbulá y figura clave de su eje, Hassan Nasrala y un general de brigada de la Guardia Revolucionaria (Abas Nilforoushan) en un bombardeo israelí en su búnker en la zona de Beirut el pasado 27 de septiembre.