🚨 Venezuela en alerta: repunte de feminicidios y raptos sacude al país

Venezuela se enfrenta a una crisis alarmante. A medida que avanza el 2025, la violencia de género ha alcanzado una escalada mortal que resuena en cada rincón del país. Las cifras son crudas y desgarradoras: entre enero y mayo, al menos 61 mujeres fueron víctimas de feminicidio, lo que se traduce en un asesinato cada 59 horas. Estos datos, recopilados por la ONG Utopix, no solo documentan la pérdida de vidas, sino que también revelan una tendencia aún más inquietante: el incremento de los secuestros por parte de conocidos o exparejas, un preludio atroz a la muerte.

📍 El Secuestro como Antesala de la Tragedia

Detrás de cada estadística hay una historia de terror que a menudo comienza con la desaparición. La modalidad de rapto, donde mujeres jóvenes son privadas de su libertad por hombres de su entorno, ha encendido las alarmas de las organizaciones sociales. Los casos recientes, que han estremecido a la nación, demuestran un patrón escalofriante de violencia obsesiva y controladora.

Génesis Medina, asesinada en Yaracuy

Uno de los casos más sonados es el de Génesis Medina, una joven de 21 años cuyo cuerpo fue encontrado enterrado, amordazado y maniatado en una finca del estado Yaracuy. El principal sospechoso, un funcionario activo del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), ilustra cómo la violencia puede esconderse detrás de figuras de autoridad. Génesis fue vista por última vez al salir de su trabajo. Subió a una camioneta Chevrolet Cheyenne blanca, conducida por, George Rangel, funcionario administrativo del CICPC.

Yetzimar Carolina Piñero Valladares, una joven de 18 años de edad, asesinada en Portuguesa

En el estado Portuguesa, la comunidad quedó conmocionada por el destino de Yetzimar Carolina Piñero Valladares, de tan solo 18 años. Tras ser reportada como desaparecida, su cuerpo fue hallado en el fondo de un barranco. El presunto responsable, su exnovio, no solo la mantuvo en cautiverio y abusó de ella, sino que confesó haberla estrangulado con una camisa, revelando la brutalidad de un crimen impulsado por el control.

Norkis Valeria Brito Gámez (16 años): Una estudiante de bachillerato de la parroquia Caricuao, en Caracas

Entre los casos más recientes y dolorosos se encuentran:

  • Norkis Valeria Brito Gámez: El 13 de julio se registró en Caracas el caso de Norkis, una estudiante de bachillerato de 16 años. Fue presuntamente abusada sexualmente y asfixiada por su novio, de 19 años. El joven la trasladó a un centro médico, donde fue declarada sin vida, dejando a la comunidad consternada por la brutalidad del crimen.
Ariana Milagros Valera González
  • Ariana Milagros Valera González: El 2 de julio, el cuerpo de Ariana, de 25 años, fue hallado sin vida en la carretera Petare–Santa Lucía, estado Miranda. El presunto responsable, Richard Deixon Villamarín Marrero, la asfixió, maniató y golpeó con una piedra después de que ella se negara a tener relaciones sexuales. Su caso, resuelto gracias a una investigación técnico-científica, se ha convertido en un símbolo del clamor por justicia.

 

🛑 Un Sistema que Falla y un Clamor por Justicia

La ausencia de un marco institucional sólido y especializado agrava esta crisis. Organizaciones como Utopix y Cepaz han denunciado la falta de estadísticas oficiales y de tribunales especializados, lo que perpetúa la impunidad. La mayoría de estos crímenes ocurren en el hogar, desmantelando la falsa percepción de que el espacio privado es seguro para las mujeres.

“Cada número es una mujer cuya vida fue arrebatada por la violencia machista”, afirma Aimeé Zambrano, coordinadora de Utopix. Su voz se une a un coro de exigencias que claman por un Plan de Emergencia Feminista. Este plan, según las organizaciones, debe ser integral, abarcando la prevención, una atención completa a las víctimas y una justicia efectiva.

Los estados de Miranda, Zulia y Distrito Capital encabezan la lista de feminicidios, y las modalidades de asesinato—asfixia mecánica, armas de fuego, golpes y decapitación—reflejan una violencia extrema y sin límites. En el mes de mayo, por ejemplo, los estados de Táchira, Monagas y Bolívar registraron dos feminicidios cada uno. Mientras tanto, muchos agresores permanecen libres o sin una condena firme, lo que representa una traición al dolor de las familias y una licencia para que la violencia continúe.

 

🤝 La Sociedad Civil se Organiza Frente a la Inacción

Ante la ineficacia del sistema, la sociedad civil venezolana se ha visto obligada a organizarse y tomar un papel activo en la denuncia y el acompañamiento. Las redes sociales se han convertido en una plataforma vital para visibilizar los casos, compartir alertas de desapariciones y exigir justicia. Colectivos feministas y activistas trabajan incansablemente para brindar apoyo psicológico y legal a las familias de las víctimas, a menudo llenando el vacío dejado por las instituciones estatales.

El Observatorio de Género de la ONG Utopix juega un papel crucial al documentar y sistematizar los casos, proporcionando datos concretos que sirven de base para las exigencias de políticas públicas. Sus informes no solo son una estadística, sino un recordatorio constante de la urgencia de la situación. La presión social, aunque intensa, aún no ha logrado catalizar una respuesta gubernamental contundente.

La crisis es urgente y la sociedad civil no puede enfrentarla sola. Es un llamado a las autoridades para que actúen con la misma celeridad con la que se extinguen las vidas de las mujeres. La escalada de feminicidios no es solo un problema de seguridad, sino una herida profunda en el tejido social que exige una respuesta inmediata y contundente.

Rosalbo Camargo Siliet

Rosalbo Camargo Siliet

Rosalbo Camargo Siliet
Licenciado en Comunicación Social
Periodista • Locutor • Desarrollador Web
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San Felipe, Venezuela — Lima, Perú

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