Mohamed Deif, el jefe del brazo armado de Hamas y en la lista de «terroristas más buscados» por Israel desde principios de siglo, ha sido el objetivo de un ataque aéreo israelí en la zona de en la zona de Al Mawasi, cerca de Jan Yunis, al sur de la Franja de Gaza. Causó,según el ministerio de Sanidad gazatí controlado por el grupo islamista, al menos 90 muertos y casi 300 heridos. El bombardeo también estaba dirigido contra el comandante de la brigada de Hamas en Jan Yunis, Rafaa Salameh.
Fuentes israelíes consideran que «la posibilidad de que el architerrorista y uno de los arquitectos del sanguinario ataque del 7 de octubre Mohamed Deif haya muerto es muy elevada», aunque a última hora de la tarde de este sábado no tenían la confirmación oficial. Hamas declara que las afirmaciones de Israel «son falsas para tratar de encubrir la matanza».
De confirmarse la muerte de Deif, no muy lejos de donde nació como Mohamed Diab Ibrahim al-Masri en 1965, se trataría del ataque más significativo contra las Brigadas Ezzedin Al-Qasam quizá desde el «asesinato selectivo» en 1996 de su mentor Yahya Ayyash, llamado El Ingeniero por su papel en la elaboración de explosivos destinados a acciones suicidas en Israel.
La importancia a nivel simbólico y operativo se debe no solo por su responsabilidad directa en numerosos atentados terroristas desde los años 90, en dos proyectos decisivos en la consolidación de Hamas como grupo armado en la Franja de Gaza (túneles y proyectiles) bajo su control desde 2007 y en la planificación y ejecución de los ataques del pasado 7 de octubre (esa mañana fue el primero en anunciarlos en una grabación como «Inundación de Al Aqsa»), sino por su posible influencia en el curso de la guerra, que este sábado cumple 281 días, y en la mesa de las reanudadas negociaciones.
El ejército israelí ha difundido una foto del complejo atacado «en una zona abierta y rodeada de árboles, varios pequeños edificios y cobertizos» y ha señalado que el ataque se llevó a cabo «basado en Inteligencia precisa en un área donde dos terroristas de alto rango de Hamas y otros terroristas se escondían entre civiles». «El ejército no atacó el complejo de las tiendas para los desplazados sino de los terroristas al lado de la zona humanitaria», afirman fuentes militares sobre una operación realizada a las 10.30 de la mañana y aprobada tras asegurarse, según medios israelíes, que Deif se encontraba ahí para reunirse con Salameh. En los últimos 20 años, ha pasado más tiempo en túneles que en la superficie.
En una primera reacción, Hamas no quiso confirmar si Deif estaba presente en el lugar del ataque letal, que dejó un enorme cráter y los avisos de las autoridades sanitarias sobre la dificultad de llegar a cadáveres bajo los escombros. «Las alegaciones de Israel no tienen sentido y buscan justificar la horrible masacre. Todos los mártires son civiles», denunció el dirigente islamista Sami Abu Zuhri a la agencia Reuters, en referencia a los muertos tras el ataque en la zona humanitaria de El Mawasi cerca de Jan Yunis, en el sur del enclave palestino. Hamas afirma que el ataque demuestra que Israel pretende sabotear las negociaciones lideradas por la mediación de Estados Unidos, Egipto y Qatar para lograr un alto el fuego y la liberación de los 120 secuestrados aún en manos de Hamas.
SÉPTIMO INTENTO
A la espera de la confirmación oficial en el séptimo intento de matar a Deif y ante el temor de venganza, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, mantuvo reuniones de urgencia con la cúpula militar y los servicios de Inteligencia instruyendo a «las fuerzas de seguridad a aumentar la preparación operativa en todos los frentes». Por la noche, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, admitió que «aún no hay certeza absoluta» de la muerte de Deif («tiene las manos llenas de sangre de numerosos israelíes») y Salameh, pero avisó de que sus fuerzas llegarán a toda la cúpula. Según él, «matar a todos los asesinos de Hamas, incluyendo sus cabecillas» hace avanzar los objetivos de la ofensiva. «La victoria sobre Hamas es también una condición imprescindible para la victoria frente al eje del mal de Irán», añadió haciendo alusión a los diferentes frentes ante las milicias proiraníes en la región.
Desde el pasado 7 de octubre, Israel ha intentado matar a los principales líderes y milicianos de su grupo en Gaza, Cisjordania y el resto de la región. El número dos del brazo armado, Marwan Issa, murió en un ataque aéreo en el complejo subterráneo bombardeado en Nuseirat a principios de marzo, aunque su muerte tardó muchos días en confirmarse.
La lista de terroristas más buscados estaba y sigue estando encabezada por el jefe de Hamas en la Franja de Gaza y considerado el impulsor del 7-O, Yehie Sinwar. Le sigue Deif (en árabe, el invitado) que es también conocido por su habilidad para evitar ser localizado por el radar israelí y, cuando lo ha sido en ocasiones puntuales, lograr sobrevivir, lo que contribuyó a darle una enorme popularidad entre los suyos y en el llamado eje de resistencia liderado por Irán frente a Israel. Deif, que es -o era- profundamente yihadista y partidario del fin del Estado judío, defiende uno de los eslóganes de su grupo: «Venceremos o moriremos como mártires».