El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a Venezuela de enviar a sus «pandilleros, prisioneros, narcotraficantes y capos de drogas» a Estados Unidos. Esta declaración se realizó en el contexto de la revocación de la extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) para venezolanos hasta octubre de 2026, que había sido aprobada por la administración de Joe Biden antes de dejar el poder.
Durante un evento en la Sala Este de la Casa Blanca, Trump afirmó que la criminalidad en Venezuela ha disminuido un 77% debido a la expulsión de estos individuos hacia Estados Unidos. «Vamos a enviar muy pronto a todas estas personas de vuelta a su lugar de origen», aseguró el mandatario frente a un centenar de invitados.
#AHORA | 🇺🇸 Donald Trump acusó a Venezuela de enviar pandilleros, prisioneros, narcotraficantes y capos de drogas a EEUU.
«La criminalidad en Venezuela ha bajado un 77% y vamos a enviar muy pronto a todas estas personas de vuelta a su lugar de origen». Dijo.
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— Por la calle del Medio (@plcdelmedionews) January 29, 2025
Contexto de la Declaración
La revocación del TPS para venezolanos forma parte de una serie de medidas más estrictas en materia de inmigración que la administración Trump ha implementado desde su regreso al poder. El TPS había permitido a miles de venezolanos residir y trabajar legalmente en Estados Unidos, protegiéndolos de la deportación debido a la crisis humanitaria en su país de origen.
Reacciones y Consecuencias
Las declaraciones de Trump han generado reacciones mixtas tanto en Estados Unidos como en Venezuela. Mientras algunos sectores apoyan la medida como una forma de proteger la seguridad nacional, otros la critican por su impacto humanitario y por considerar que estigmatiza a los inmigrantes venezolanos.
Organizaciones de derechos humanos y defensores de los inmigrantes han expresado su preocupación por el destino de aquellos que serán deportados, argumentando que muchos de ellos podrían enfrentar persecución y violencia al regresar a Venezuela.
Próximos Pasos
El gobierno de Trump ha indicado que continuará con su política de deportaciones y que trabajará en colaboración con las autoridades venezolanas para coordinar el retorno de los individuos afectados. Mientras tanto, los inmigrantes venezolanos en Estados Unidos enfrentan un futuro incierto, con la esperanza de que se encuentren soluciones más humanitarias y justas para su situación.
