Profesores y alumnos de universidades públicas de Argentina protagonizaron este miércoles una multitudinaria protesta contra la intención del presidente Javier Milei de vetar una ley que garantiza mayor financiación a la educación universitaria, en jaque por el severo ajuste hecho por el Gobierno.
La movilización tuvo su epicentro en la plaza frente a la sede del Parlamento de Argentina, en Buenos Aires, pero también hubo marchas de protesta en otras ciudades del país, con el respaldo de sindicatos y de sectores políticos de la oposición.
“Los estudiantes de toda la Argentina le pedimos al presidente, en un grito de auxilio para salvar al sistema, que promulgue la ley de financiamiento universitario”, pidieron profesores, estudiantes y directivos de las universidades en un documento conjunto leído durante la movilización, en coincidencia con una huelga del sector en todo el país.
El ajuste que generó las marchas contra Milei
La ley, que se aprobó el pasado 13 de septiembre por el Parlamento, establece actualizar los fondos para gastos de funcionamiento de las universidades por la variación del índice de inflación, que en agosto se ubicó en el 236.7 % interanual.
Asimismo, ordena una recomposición de los salarios universitarios, también teniendo en cuenta la inflación.
Pero Milei ha advertido que vetará la ley, tal como lo hizo recientemente con una iniciativa para establecer los aumentos en las jubilaciones, alegando que no comprometerá el objetivo del equilibrio fiscal fijado por su Ejecutivo.
De acuerdo a cálculos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, la ley, de aplicarse, tiene un impacto equivalente al 0,14 del PIB, por lo que la comunidad universitaria considera que no afecta tan sustancialmente a las cuentas públicas.
Profesores y estudiantes ya habían hecho una marcha masiva en abril pasado por la insuficiencia de fondos para garantizar el funcionamiento de las universidades públicas, cuyo acceso es gratuito para los estudiantes desde 1949.
“Yo no hubiera podido estudiar si la universidad no hubiera sido pública”
“Yo no hubiera podido estudiar si la universidad no hubiera sido pública y gratuita porque mi padre era obrero y mi madre, ama de casa. La educación pública hace a la identidad de los argentinos. No nos podemos imaginar sin esta universidad abierta a todo aquel que quiera estudiar”, dijo a EFE Beatriz Romero, economista que se graduó en la Universidad de Buenos Aires, una de las más prestigiosas de Iberoamérica.
El Gobierno de Milei, que desde su inicio, en diciembre pasado, aplica fuertes recortes de gastos para recuperar el equilibrio fiscal de Argentina, tacha al sistema universitario de “caro, inequitativo e ineficiente”.
De acuerdo a datos oficiales, en Argentina hay 1.749.136 estudiantes registrados en 65 universidades de gestión estatal en el país, de los cuales solo el 40,6 % (710.466) son alumnos regulares y tienen una baja tasa de graduación.
El Ministerio de Capital Humano, del que depende la Secretaría de Educación, sostiene que el Estado destina el 74 % del presupuesto educativo a las universidades, a las que acusa de no rendir cuentas de los fondos transferidos.