En horas, unos 21 millones de ciudadanos aptos para ejercer el voto en Venezuela, deciden su destino. Los análisis apuntan a señalar que serán unos de los comicios más concurridos. Algunas personas consultadas, del sector opositor, coinciden en decir que ésta es la última oportunidad para dar un cambio radical, sobre las formas de conducción política.
Muchas expectativas, temores, las redes llenas de mensajes motivadores y otros no tantos. Detenciones sin el debido proceso, campaña con ventajismo del sector oficial, obstáculos para llevar el mensaje de cambio, son los reclamos más importantes.
Del sector oficial se acusa a la oposición de promover las sanciones y estimular escenarios de confrontación. Las concentraciones mostraron mucha gente, pero también el sentimiento que hay manipulación y montajes de videos y fotos.
Así, la pedagogía política, el alto nivel del discurso, los programas de gobierno estuvieron ausentes. Es poco edificante para la construcción de ciudadanía, la forma como se ha desarrollado la campaña. La fauna política, entre alacranes, gallos, no deja espacio para una democracia basada en ideas.
El domingo 28 de julio, será una fecha trascendente. Toca decidir entre el pasado y el futuro. El ejercicio supone que la democracia salga robustecida y no disminuida. El noble pueblo venezolano así lo exige. Todos a votar.