El primer debate presidencial entre el actual presidente, Joe Biden, y el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, tendrá lugar este jueves 27 de junio.
La comunidad política tanto nacional como internacional está atenta a este encuentro, que marca el inicio significativo de la carrera electoral en Estados Unidos con dos figuras conocidas de anteriores contiendas, culminando en la votación del 5 de noviembre de 2024.
Este encuentro entre los contendientes se llevará a cabo en Atlanta, Georgia, el jueves 27 de junio a las 21:00 horas del este de EE.UU. Será el primer debate presidencial en la historia contemporánea del país que se realiza con tanta antelación en el ciclo electoral, por lo cual los expertos prevén que tendrá un efecto notable en la percepción pública, reseñó La Nación en su sitio web.
El debate en la cadena de televisión CNN estará repleto de novedades, con la posibilidad de reconfigurar la contienda presidencial. Nunca antes en la era contemporánea dos presuntos candidatos se habían enfrentado tan temprano en el escenario del debate durante la temporada electoral general. Además, nunca antes dos contendientes por la Casa Blanca habían competido a edades tan avanzadas, con interrogantes extendidas sobre su capacidad, reseñó Telemundo en su sitio web.
Y por primera vez, uno de los participantes en un debate de elecciones generales ha sido condenado por un delito grave. Este encuentro en el escenario ocurre dos semanas después de que Trump fuera condenado por 34 delitos graves en su juicio por el pago de dinero para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels en Nueva York.
“Se puede argumentar que este será el debate más importante, al menos en mi vida”, contó el estratega demócrata Jim Messina, un hombre de 54 años que dirigió la campaña del presidente Barack Obama en 2012.
Las reglas del debate
Las normas fundamentales del debate del 27 de junio, el primero de los dos encuentros programados, son atípicas.
Los contendientes acordaron encontrarse en un estudio de CNN en Atlanta sin la presencia de público. Los micrófonos de cada candidato estarán silenciados excepto durante su turno para hablar.
En el escenario no se permitirán objetos adicionales ni apuntes previamente escritos. Los candidatos tendrán únicamente un bolígrafo, un cuaderno de papel y una botella de agua a su disposición.
No habrá discursos introductorios. Un sorteo determinó que Biden ocuparía el podio a la derecha del espectador, mientras que Trump daría el discurso final del debate.
El próximo debate no está programado hasta septiembre. Cualquier error o contratiempo el 27 de junio será difícil de corregir o superar de inmediato.
Biden llegó a Camp David el jueves por la noche y se espera que se enfoque en reuniones con altos cargos de la campaña hasta el debate. Durante su viaje a la montaña, saludó a los periodistas y le preguntaron cómo iba la preparación para el encuentro.
El equipo del presidente ha sido reservado en cuanto a revelar detalles sobre sus preparativos, liderados por el exjefe de gabinete Ron Klain. No obstante, han indicado que se están preparando para adoptar una postura agresiva y que están dispuestos a utilizar el término «delincuente convicto» para describir a su oponente.