En la Plaza de San Pedro, bajo un cielo lleno de emociones y con aplausos que resonaron con fervor, el cardenal Giovanni Battista dio fin a la homilía en la misa exequial del querido Papa Francisco, dejando palabras que quedarán grabadas en la memoria de los fieles:
🗣️ «Querido papa Francisco, ahora te pedimos que reces por nosotros y que desde el cielo bendigas a la Iglesia, bendigas a Roma, bendigas al mundo entero, como lo hiciste el domingo pasado desde el balcón de esta basílica en un abrazo final con todo el Pueblo de Dios, pero idealmente también con la humanidad que busca la verdad con corazón sincero y tiene en alto la antorcha de la esperanza.»
La emotiva ceremonia simbolizó no solo una despedida, sino un mensaje de esperanza y unidad para los fieles y el mundo entero, inspirando a todos a mantener viva la luz de la verdad y el espíritu de la fe.
El mundo ha enterrado hoy a un papa cuya misión fue sacar a la iglesia a la calle, “siempre atento a los marginados de la sociedad”, cerca de la gente, de los refugiados.
Y es en la calle donde los centenares de miles de creyentes y no creyentes (el Vaticano ha afirmado que los asistentes han sido al menos 200.000) han pasado la noche en vela y han despedido este sábado al pontífice en una multitudinaria ceremonia que ha empezado en la plaza de san Pedro y acabará en Santa María la Mayor. “Llevo despierto desde las 3:30 am”, decía un peregrino voluntario que ayudaba a los asistentes a colocarse en la plaza para despedir al pontífice antes del comienzo de la ceremonia.
200.000 personas asisten al funeral del papa. El cardenal Giovanni Battista Re ha destacado la entrega del Papa Francisco: «Eligió recorrer este camino de entrega hasta el último día de su vida terrenal»https://t.co/wfCa0Oxp4o
— Canal Extremadura (@cextremadura) April 26, 2025
El funeral, oficiado por Giovanni Battista Re, se ha convertido también en una cumbre política incómoda en la que han coincidido Donald Trump con Volodímir Zelenski —que no se veían desde el turbulento encuentro en La Casa Blanca—, y con la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, en plena negociación por el caos arancelario.
Ha habido ocasión incluso para que Zelenski y Trump se reúnan brevemente en el interior de la basílica De San Pedro antes del funeral. Pero encuentros bilaterales aparte, desde el Vaticano y las autoridades italianas no han querido quitarle protagonismo a la despedida del pontífice.
Durante la misa, el cardenal Battista Re ha recordado la misión de Francisco como guía de una iglesia que él consideraba como un “hospital de campaña”, siempre al lado de la batalla. A la “cultura del descarte”, él imponía la cultura de la fraternidad y la misericordia, ya que aseguraba que “ninguno se salva solo”.
Sus palabras y el recuerdo de la insistencia de Jorge Bergoglio por la paz han arrancado aplausos entre la multitud, congregada en un respetuoso silencio bajo el sol de Roma desde varias horas antes. “No os olvidéis de rezar por mí”, decía siempre Francisco. “Y ahora te pedimos que reces tú por nosotros, como el domingo pasado en esta basílica, en un largo abrazo a toda la humanidad”, ha exclamado Re, encargado de oficiar esta misa por las exequias del papa y carde.
El largo adiós del papa Francisco “Con dignidad, pero como todos los cristianos”: los últimos deseos de Francisco se cumplirán este sábado. Su cuerpo ahora atravesará los muros vaticanos en un cortejo fúnebre que lo guiará por todo el corazón de Roma hasta su destino final.
Más que nunca, se puede hablar de que su funeral ha sido una representación del mundo, con dignatarios de más de 160 países, pero también con la presencia de “los últimos”, los marginados, que lo recibirán en la última parte del camino, en el lugar donde quedará su sepultura en la basílica de Santa María la mayor.
Bajo una losa de mármol de Liguria, la tierra de sus orígenes italianos, descansará el pontífice que vino del fin del mundo, el primer papa latinoamericano de la historia, para crear el sentimiento compartido de una iglesia que pertenece a todos.nal no papable debido a su edad (91 años).