La capital ucraniana, Kiev, fue escenario de un devastador ataque aéreo ruso que incluyó misiles y drones durante varias horas, dejando al menos 12 muertos y 90 heridos. Este ataque, el más grave desde julio del año pasado, ha generado una ola de indignación internacional y ha puesto en evidencia la complejidad del conflicto en Ucrania.
El ataque más letal en meses
El bombardeo ruso, descrito como uno de los más intensos en meses, afectó múltiples distritos de Kiev, causando daños significativos en edificios residenciales, comerciales y en la infraestructura urbana. Equipos de rescate continúan buscando sobrevivientes entre los escombros, mientras las autoridades locales trabajan para atender a los heridos y evaluar los daños. Según informes, Rusia utilizó más de 70 misiles y 145 drones, incluidos drones kamikaze de fabricación iraní.
Trump rompe el silencio y critica a Putin
El ataque parece haber colmado la paciencia del presidente estadounidense, Donald Trump, quien durante su campaña presidencial prometió terminar la guerra en Ucrania en «24 horas» tras asumir el cargo. Sin embargo, a más de 100 días de su mandato, sus esfuerzos diplomáticos no han logrado avances significativos.
En una inusual crítica pública, Trump instó al presidente ruso, Vladimir Putin, a detener los ataques. «No estoy contento con los ataques rusos a Kiev. No son necesarios y llegan en un momento muy inoportuno. Vladimir, ¡DETENTE! Están muriendo 5,000 soldados por semana. ¡Hagamos el acuerdo de paz YA!», escribió en su red social Truth.
Tensión con Zelensky
Trump también apuntó contra el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, a quien responsabilizó por prolongar el conflicto. Según Trump, la negativa de Zelensky a ceder Crimea, territorio anexado ilegalmente por Rusia en 2014, obstaculiza las negociaciones de paz. «Pensé que sería más fácil tratar con Zelensky. Hasta ahora ha sido más difícil, pero está bien. No pasa nada», comentó Trump ante la prensa.
Por su parte, Zelensky ha reiterado que reconocer la soberanía rusa sobre Crimea no es una opción para su gobierno, calificando los ataques rusos como «atroces crímenes de guerra» y exigiendo un cese inmediato de las hostilidades.
Un conflicto sin solución a la vista
El ataque sobre Kiev y las declaraciones de Trump reflejan la creciente frustración por la falta de avances en las negociaciones de paz. Mientras tanto, la población ucraniana enfrenta una crisis humanitaria cada vez más grave, con miles de desplazados y un sistema de defensa aérea que lucha por contener la intensidad de los bombardeos.