La delantera de Portland Thorns, Deyna Castellanos, decidió no participar en los recientes partidos de la selección nacional de Venezuela debido a preocupaciones sobre las políticas migratorias y de viaje en Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump. Castellanos expresó su temor de no poder regresar al país tras viajar, una incertidumbre que afecta a muchas jugadoras de la Liga Nacional de Fútbol Femenino (NWSL).
Este problema no es exclusivo de Venezuela. Zambia también enfrentó restricciones, dejando fuera de su convocatoria a cuatro jugadoras de la NWSL para partidos en China. Según el secretario general de la Federación de Fútbol de Zambia, Reuben Kamanga, estas decisiones se tomaron debido a medidas de viaje adicionales impuestas por la administración estadounidense, aunque no se especificaron detalles.
La NWSL emitió un comunicado destacando la importancia de la colaboración entre ligas, clubes y selecciones nacionales para garantizar el bienestar de las jugadoras y su capacidad de competir internacionalmente. Además, las políticas dirigidas a deportistas transgénero han generado inquietud en la liga, como lo demuestra el caso de Quinn, mediocampista canadiense y medallista olímpica, quien optó por jugar en Canadá debido al ambiente político en Estados Unidos.
Estas restricciones, junto con las revisiones de las visas P-1 para atletas internacionales, subrayan los desafíos que enfrentan las jugadoras en el contexto geopolítico actual. Castellanos, aunque triste por no representar a su país, consideró que quedarse en Estados Unidos era la decisión correcta para su desarrollo profesional y personal.